domingo, 19 de enero de 2014

SI TUVIERA FE COMO UN GRANITO DE MOSTAZA

"SI TUVIERA FE COMO UN GRANITO DE MOSTAZA…"

Ayer fue un día de instrucción severa con mi maestro, de mucha riqueza en aprendizaje. Cuando los alumnos son tercos, pues el maestro debe ser estricto. A veces no se aprende (casi nunca) con simples lecturas. Es necesario bajar o subir a la experiencia para entender, especialmente con aquellos discípulos de cabeza dura. Ayer fue un día terrible: Humillaciones, frustraciones, hambre, dolor, descontrol absoluto. Pero a la noche, el Señor me dio las moralejas y me lleno de su consuelo y de su paz.

Si tuviéramos fe, no nos quejaríamos. Nos quejamos, porque no tenemos fe.

Un día, hice un trabajo tan bueno, tan delicado, tan prolijo, y mi jefe lo dejó en un rincón… nunca lo vio…

Una mañana fui a desayunar a un supermercado y noté que el encargado de preparar el desayuno era muy meticuloso y atento. Toda la comida estaba primorosamente dispuesta, hasta en los mínimos detalles; las frutas bien cortadas y cubiertas higiénicamente; todo estaba impecable.

Sin duda vendrían a desayunar muchos que no notarían tal esmero, y quizás también unos pocos a quiénes no les era indiferente el afán del hermano Posiblemente, como a muchos otros, su patrón lo despediría si no le cerraban los números sin reparar en su eficiencia y empeño…

El señor me enseñó que si tuviéramos fe como un granito de mostaza, no nos importaría que nos agradezcan o que nos feliciten o nos retribuyan los esfuerzos puestos en servir a los demás. Si bien, los seres humanos somos ávidos de reconocimiento humano, si actuáramos sólo en función a los demás, no actuaríamos como verdaderos cristianos. El Señor todo lo ve, todo lo mide. Él es infinitamente justo. Para él no queda sin recompensa ninguna acción. Ningún pajarillo cae del cielo sin que mi padre lo permita, dice Jesús. Él tiene contados todas las hebras de nuestros cabellos. Conoce cada palabra nuestra, antes siquiera que ella llegue a nuestros labios. ¡El nos conoce tanto! Y sobre todo ¡Nos ama tanto!... ¡Qué dicha inmensa sabernos amados/as por Dios!.

Si tuviéramos fe como un granito de mostaza trataríamos de ser perfectos como él. Todo lo haríamos con el mayor agrado y el mayor celo; todo lo haríamos con amor. Tejeríamos a mano preciosas telas, como él teje cada fibra de las hojas que ciernen la luz del sol en el amanecer, como él pinta las nubes, como él decora los gorrioncillos motita por motita…

Si hacemos un trabajo por el reconocimiento humano, ¿qué motivación tendríamos?. Los seres humanos somos en su mayoría, indiferentes, injustos, egoístas, insensibles y malagradecidos. Pero si vemos en cada ser humano la huella de Dios, si supiéramos que a pesar de su naturaleza caída, en el fondo, los seres son buenos porque Dios los creó buenos (Gen. 1, 26-31) a su imagen y semejanza, haríamos las cosas con amor.

Dios ve el empeño que ponemos en esas cosas que muchas veces los demás no ven ni reparan. Dios lo ve todo.

Hermano/a:
Dios ve tu afán, tu esfuerzo. Y creeme. NADA QUEDARÁ sin recompensa. El Señor cumple sus promesas. El prometió que su justicia prevalecerá por encima de todo. Por eso, a pesar de las vicisitudes diarias, cree en él, confía en él, espera en él. Ten paciencia con tus hermanos, porque por más que muchas veces se comporten de una manera tan ofensiva a Dios, tenemos la esperanza del arrepentimiento y el perdón, porque la misericordia de Dios lo supera todo.

¡Fuerza!.



Gen 1, 26-31

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.

Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera

-->
Mt 17, 20-21

Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
 

Fotogramas de la película "La pasión de Cristo" de Mel Gibson